Partiendo de lo que veía al lado de mi casa he llegado hasta Mérida. He recorrido un largo camino y todavía puedo decir que no he llegado a un destino definitivo. Porque lo importante es el camino que en este caso es personal, muy personal, casi un experimento conmigo mismo por hacer algo diferente a lo estrictamente académico poniendo en juego todos mis recursos. Pero por ahora estoy en Mérida, visitando la Casa del Mitreo y en concreto su espléndido Mosaico Cosmológico con un propósito de esos tozudos: su reconstrucción digital, por supuesto, aunque equivocada, la mía. La primera vez que lo contemplé me sentí frustrado por ese enorme hueco que lo vaciaba de contenido en su parte central. Faltaba casi la mitad del cosmos y no lo podía permitir si estaba en mi mano, porque la belleza que irradiaba mutilado era deslumbrante, ¿hasta dónde llegaría sin esas amputaciones?, ¿qué sería de él con todos sus miembros intactos, sin esos muñones? Pues bien, me he puesto manos a la obra con el objetivo de lograr su restitución, solo eso. ¿Demasiado? No pretendo entrar en discusiones acerca del sentido o finalidad de la obra así que me detendré, ante todo, en consideraciones estéticas, pero no voy a eludir las culturales y, desde luego, tampoco voy a dejar de lado una interpretación que, con toda seguridad, no estará a la altura de los insignes arqueólogos e historiadores que la han estudiado.
El mosaico expone una representación estática del cosmos en tres departamentos: aéreo, terrestre y acuático. Los personajes parecen relajados, apáticos algunas veces, y siempre indiferentes a la mirada del espectador (a ver, quién te has creído que eres, parecen decir), pero sí se miran entre ellos. No encuentro un verdadero sentido religioso en esta super escena, sino más bien recopilatorio o ecléctico. La obra más parece un encargo para impresionar a visitantes, cuñados y familiares en general que una síntesis devota del universo. El artista conocía su oficio a la perfección: las figuras parecen salidas de la mano de una especie de Botticelli adelantado a su tiempo, por la perfección de sus rasgos, por el canon aplicado cabeza/cuerpo, que viene a ser de 1/6, vamos, que si en lugar de mosaico fuera un mural pintado bien podríamos adjudicarlo al Renacimiento italiano. No me dejo llevar por el entusiasmo. No obstante, si bien cada personaje en particular supone un ejercicio de sobresaliente destreza en el uso de las proporciones, no se puede decir otro tanto de la escala que guardan los personajes entres sí. Por tanto, podemos ver a un gigantesco Aether bajo un diminuto Tonitrum, lo mismo ocurre con Mons respecto a Nix. Conociendo la eficacia de los autores (porque a todas luces fue un equipo, no un solo individuo) como artistas en otros aspectos, habrá que sospechar que tales diferencias de talla se deben más a una intencionalidad que a su impericia. En el caso de Aether, es evidente que se trata de un personaje que el ideólogo del mosaico sitúo en centro de la composición con la tarea evidente de hacerlo dueño de la misma.
Para comprender el sentido global del mosaico hace falta conocer a sus personajes y su función religiosa o filosófica. En principio se han buscado relaciones con tres interpretaciones míticas o religiosas diferentes: el cultor de Mitra, los misterios dionisiacos y la cosmogonía órfica, aunque es muy posible que ninguna de las tres cumpla las expectativas de referencia al cien por cien. En principio, y como algo evidente, el conjunto musivario está dividido en tres ámbitos: aéreo o celeste (parte superior), terrestre (parte media) y acuático (parte inferior). Sirva pues esta distribución para una presentación de los personajes.
La parte superior enmarcada por un arco de medio punto representa la región celestial del cosmos con una relación directa con lo aéreo.
Las figuras con aspectos dudosos, tanto en el nombre como en su aspecto van entre interrogantes. Relación de personajes de izquierda a derecha y de arriba a abajo:
- Oriens: Oriente, sol naciente. Figura femenina que conduce una cuadriga. En su cabeza refulgen los rayos solares.
- Nubs: Nubes solidarias con el viento del sur Notus.
- Notus: Viento del sur que arrastra las nubes (Nubs). Agarra con fuerza la proa de un barco con su mano izquierda, por tanto, un viento imprescindible para el comercio marítimo.
- ¿Eurus?: Viento del este, hijo de la Aurora, arrastra nubes y lluvia. En el mosaico es un problema su representación ya que solo nos queda su pierna derecha (¿o izquierda?) bajo las patas de los caballos de Oriens y su nombre bajo la cabeza del último de los caballos, nombre que de ningún modo puede pertenecer al fragmentado caballero alado que se sitúa muy lejos a su derecha, ya que se trata de Aether que, como veremos representa a un gigante a cuyos pies está escrito su nombre.
- Saeculum: Personaje barbado, mayor, con cetro. Representa el tiempo lineal y puede ser asimilado al Cronos griego o al Saturno romano.
- Polum: Titán que sostiene el cielo.
- Caelum: El cielo propiamente dicho. Hombre joven en posición sedente que parece entronizado y con poder sobre el resto.
- ¿Gaia?: Figura femenina que sujeta una… ¿cornucopia?, ¿o más bien se sujeta al trono de Caelum? En cualquier caso no posee inscripción con su nombre, aunque podría ser Gaia (gea), es decir, la Tierra en sentido mitológico.
- Chaos: Caos. Un viejo relajado que parece observar la evolución del mundo con desinterés, a pesar que representa el germen de todo lo existente según la mitología.
- Tonitrum: Trueno. Genio o dios menor de las tormentas, parece un adolescente juguetón dispuesto a lanzar su artillería sobre el mundo terrestre.
- Nebula: La niebla que aparece con la primavera.
- Zephyros: Céfiro. Viento suave del oeste presente en la primavera. Aunque resulta un poco complicada su identificación, porta una caracola en su brazo izquierdo y sí, cuando sopla lo hace a través de ella.
- Occasus: El ocaso. Figura femenina de espaldas, simbolizada por la luna en creciente. Va montada sobre una biga y hace de contrapeso occidental a Oriens.
- Boreas: Viento del oeste completa el equipo de cuatro vientos del imaginario romano.
- Natura: La naturaleza. Representa a la naturaleza en todos sus manifestaciones biológicas y los ciclos estacionales que las hacen posible. Se sitúa en el plano medio de la representación afectando directamente el ámbito terrestre.
- Autumnus: El otoño. Es la primera de las estaciones que aparece en una lectura visual de izquierda a derecha a partir de Natura. La parte que se ha conservado (el brazo derecho que sujeta unos racimos de uvas y parte del torso y la túnica) nos da una idea clara de lo que podemos encontrarnos en este nivel simbólico, es decir, la personificación de las cuatro estaciones.
- Aestas: El verano. Se encuentra superpuesta parcialmente al otoño y a su izquierda. Agarra con decisión el brazo izquierdo de un infante y ambos portan un haz de espigas en la mano libre.
- Aether: Éter. Hijo de Nix y Erebo, representa la luz y el aire sobre la tierra y en la totalidad del cielo. En el mosaico es el personaje central y fundamental del mismo. Solo se conservan tres letras del nombre del personaje (AET…) que, según mi parecer se refieren a Aether. Se han pergeñado otras alternativas como suponer que el nombre pudiera ser Aeternitas (Eternidad), pero tras haber cosultado cientos de imágenes de dicha diosa (¡femenino!) en las que (fundamentalmente en las monedas) aparece sedente,mostrando una esfera en la palma de la mano, he desechado esa posibilidad, ya que la parte conservada del personaje se nos muestra como un hombre joven con alas en la cabeza. Precisamente este detalle ha llevado a algunos estudiosos a asimilar el personaje con Aion, dios del tiempo absoluto y que comparte algunas particularidades con el que nos ocupa. Aion (Eón) aparece frecuentemente acompañando Tellus y las estaciones en muchas figuraciones. Su rasgo más distintivo es que sujeta un aro en el que están representadas las constelaciones del zodiaco. Fueron estas consideraciones las que llevaron a L. Musso a elaborar una interpretación completa de la parte central del mosaico con un Aion sedente, las estaciones y una Tellus también sentado a la derecha de todo el conjunto. El problema es que los personajes así dispuestos no caben en el mosaico. En esa y otras interpretaciones parece que prima el deseo de hacer del mosaico un producto religioso propio del mitraísmo u otra religión mistérica, pero no es mi caso. Por tanto, en mi interpretación funciona como una figura que representa a Aether de pie, enorme (eso sí, no más que las personificaciones de los ríos), plantado en el centro y sujetando una lanza, desnudo, al gusto griego, como un dios absoluto.
- ¿Hiems?: El invierno, a la derecha de Aether. Simbolizada por una muchacha vestida de riguroso invierno que sujeta/protege un kairoi o muchacha vestida con grueso abrigo y que, a su vez, sostiene una rama desvestida de hojas con su mano derecha.
- ¿Ver ?: Personificación de la primavera. La he recreado acompañada de su respectivo kairoi, en este caso la mujer ofrece un ramo de flores con su mano izquierda mientras sujeta del brazo izquierdo a un niño que tiende su mano derecha al frente solicitando algo de Tellus. ¿A quién se dirigen estos símbolos de la primavera? Siguiendo la línea figurativa de L. Musso, y lo recogido en numerosas fuentes gráficas de internet, pienso que su atención se vuelca con la figura que está a su izquierda, es decir, Tellus, la cual produce los frutos que luego ostentan las estaciones.
- ¿Tellus?: La Madre Tierra, señora de las estaciones, la que produce frutos para los mortales. Aquí la represento en posición sedente partiendo de la idea de L. Musso que, creo, es bastante plausible. Me ha faltado (y quizá así lo haga) rellenar su regazo con frutos representativos como manzanas, uvas, flores…
- Monts: Las montañas en general, ¿o el Monte Olimpo en particular? Hay que estar de acuerdo con L. Musso que Mons (que se encuentra incompleto) se sitúa en una posición intermedia entre el cielo y la tierra y participa de los dos ámbitos. Sobre su falda, aparece en posición muy relajada e incompleta, como si de la Maja Desnuda de Goya se tratara, Nix.
- Nix: La noche. Madre de Aether. Ligada a Monts en un abrazo conceptual perfecto.
- Oceanus: El océano, el gran, inconmensurable y desconocido mar en contraposición el mar Mediterráneo, domestico y cercano. De gran tamaño, sujeta una serpiente y soporta una larga lanza. Detalle curioso son las pinzas de crustáceo que nacen de la parte superior de su cabeza.
- Euphrates: El río Éufrates. Uno de los grandes ríos del imaginario romano. Representado por un hombre sentado en el que su cabello y túnica fluyen como, vaya, como si del líquido elemento por excelencia se tratara: el agua.
- Tranquillitas: La tranquilidad, una figura sorpresa en el mosaico por cuanto no es común su representación gráfica. Curiosa su ubicación en un lugar de tanto trasiego hídrico, ¿qué nos querrá decir el autor con ello, que el poder imperial asegura la bonanza comercial sin sobresaltos?
- Nilus: Personificación del río Nilo. Fundamental en la historia de Roma y su imperialismo, también central en una figuración que, tal como pienso, tiene un enorme componente orientalizante.
- Portus: Puerto. ¿El puerto de Ostia? En todo caso, puerto como lugar seguro, familiar y cercano refugio de naves y punto de arribada de productos del comercio.
- Copiae: La abundancia. Muchacha nadando que porta entre sus manos la cornucopia o cuerno de la abundancia. Sobre su espalda se ha colocado un erote o niñito remero. Simbolizan la riqueza que se mueve en el mar mediante transporte marítimo dirigiéndose al puerto.
- Pharus: ¿El faro de Alejandría? Representado por un muchacho que porta una antorcha en su mano, quizá completa la alegoría del comercio marítimo y de la seguridad debida a la protección imperial romana. El faro como guía puede representar a la mismísima Roma.
- Navigia: Quizá, junto con Copiae, alegoría de las riquezas del comercio marítimo imperial. Parece que porta un mástil con su mano izquierda y una diadema a modo de proa en su cabeza. En su dorso rema con energía un erote.
- ¿Bythos? Tritón o ictiocentauro. Cosecha propia siguiendo a J. Mª. Alvárez Martínez, tras comprobar que la figura y el lugar se adapta a las numerosas representaciones que hay sobre él. Personificación de las profundidades marinas, es junto a su hermano Afros el acompañante de Afrodita cuando surge del interior de una concha en varias representaciones del arte romano. En mi figuración aparece como lo hace en algunas representaciones antiguas, es decir, con pinzas y antenas de crustáceo en la cabeza. El hecho de estar sumergido hace que su identificación con Bythos sea más plausible.
- ¿Hercules? Hércules, el héroe mítico de Grecia y Roma. Para su inclusión he seguido un proceso similar al de Bythos, aunque en este caso la duda me corroe. Lo he retratado apoyado en su característico garrote con la mano derecha y portando manto y la piel del león sobre su brazo izquierdo. Creo que el popular héroe se integra bien entre el mar y la tierra firme, aunque tengo mis dudas.
- Pontus: El mar Negro. Fundamental para el comercio marítimo en el imperio romano. Con toda seguridad se trata del personaje de pie tras el personaje femenino sedente. En este caso no haría falta presuponer la existencia de Hércules y sí habría que identificar esa figura sentada.
Para terminar
No me voy a detener en un estudio pormenorizado acerca del significado y función de esta maravillosa obra porque no es mi propósito, que no es otro que su reintegración gráfica, por tanto huiré de discusiones bizantinas que en mi caso solo harían que enturbiar lo que ya han determinado sobre él los expertos. Pero sí que debo explicar mi postura alentado por el esfuerzo invertido en la realización del presente trabajo.
El mosaico que tengo entre manos es una combinación estética y conceptual de naturalismo e idealismo. Respecto al primer aspecto hay que hacer hincapié en el estilo de la figuras trazadas por un dibujante que conoce al dedillo su oficio y lo pone en práctica con soltura. Se trata de personajes en poses relajadas y naturales que no miran al espectador sino a la lejanía o a otros personajes, algo totalmente intencionado. El autor tiene unos conocimientos anatómicos notables y da la impresión de que su técnica forma parte de alguna escuela o corriente. La inspiración por los temas y la técnica parece oriental, en concreto del ámbito griego del imperio romano. Hay también naturalidad y frescura en la composición en general ,sin que resulte molesto el cambio de escala para las figuras, antes bien, tal hecho forma parte de la genial previsión del creador del mosaico. Falta por completo el arcaísmo que es perceptible en la mayor parte de las representaciones figurativas del mundo romano a partir del siglo IV. Y esos hombres barbados tan característicos de la escultura romana del siglo II… no sé, todo nos conduce al siglo de los antoninos, el problema es que en este siglo II no existen paralelos de un mosaico semejante con el que podamos comparar el de Augusta Emerita.
El dilema de la interpretación del significado y finalidad del mosaico se reduce al de encontrar, de forma certera, sus correlatos simbólicos con algún corpus de creencias concreto de algún momento o lugar del Imperio romano entre los siglos I y IV. Tarea imposible ya que su significado acaba escapando entre las redes que le tendamos, sean estas las del mitraismo, los misterios órficos o los dionisiacos. No me voy a detener en estos aspectos, ya lo había prometido, aunque debo dejar claro lo que veo en el mosaico, que no es otra cosa que el afán de una persona o de un grupo concreto de hacer una retrato confiado del mundo desde la perspectiva de las fuerzas naturales que operan en él, y no veo por ninguna parte un propósito religioso claro. El autor huye de la representación de dioses fundamentales y, por el contrario, busca los fenómenos naturales como constitutivas de la vida tanto en su sentido biológico como estrictamente material. A falta de que algunos personajes como Aether, Tellus o Hércules estén realmente representados en el mosaico, no se puede decir que haya una relación simbólica tal que permita utilizar los personajes como objeto de culto determinado incluso, si se me permite, ni siquiera como referencia filosófica. Ahora bien, hay un propósito, ya que una obra de este calibre no se realiza por amor al arte y, en este sentido, pienso que la clave está en la parte inferior del mosaico en el que se muestran las capacidades comerciales de Roma. Por tanto, diría que toda la obra es una exaltación de la grandeza del Imperio romano como aglutinador de cultura, poder y recursos sin distinguir entre lo natural y lo cultural. Además creo que la obra se creó en un momento de apogeo del poder romano y que pertenece a la domus de un particular, quizá conectado con las élites de Roma. Por tanto, no sería descabellado incluirla en la segunda mitad del siglo II, incluso aunque la potencia económica de la urbe no parezca la adecuada en ese momento para una obra de este calado e, incluso, aunque el uso de teselas con láminas doradas aparezca un siglo más tarde como apunta algún erudito. Es muy probable que los operarios que la llevaron a cabo pertenecieran a un equipo de artesanos y artistas de primer orden traídos expresamente de Oriente para tal fin. Por lo demás, me quedo con la reflexión de J. Lancha respecto a la obra: «El propietario de la casa del Mitreo se encuentra todavía en la cresta de la ola (se refiera a la ola cultural y religiosa del régimen imperial), y afirma sus valores con sosiego».
- Textes et monuments figurés relatifs aux Mystères de Mithra : pub. avec une introduction critique
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- Historia y tecnología de la información geográfica aplicadas: Conservación in situ de los mosáicos romanos de Mérida. Mª Paz Pérez Chivite. Tesis doctoral. 2015-2016.
- Iconografía mitraica en Hispania. Claudina Romero Mayorga. Tesis doctoral. Directora: María Isabel Rodríguez López. Madrid, 2016.
- Cosmología mitraica en un mosaico de Augusta Emerita. José María Blázquez Martínez. [Publicado previamente en: Archivo Español de Arqueología 59, n.º 153-154, 1986, 89-100. (también en J.M.ª Blázquez, Mosaicos romanos de España, Madrid 1993, 380-385). Versión digital por cortesía del primer editor (Servicio de Publicaciones del Consejo Superior de Investigaciones Científicas. Madrid) y del autor, como parte de su Obra Completa, revisado bajo su supervisión y con la paginación original]. © José María Blázquez Martínez. © De la versión digital, Gabinete de Antigüedades de la Real Academia de la Historia.
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- Musso, L. (1983/4) “Eicon tou cosmou a Mérida: ricerca iconografica per la restituzione del modello compositivo”, RIA 6/7, p. 151-190
- https://sites.google.com/site/domusdelmitreo/home/profesores/mosaico-cosmogonico
- https://todomitologia.com/aether-hechos-e-informacion-sobre-el-dios-aether/?expand_article=1
- https://www.youtube.com/watch?v=VsE-4-PrK1w