Estamos rodeados de artefactos. Los artefactos son de dos tipos: objetos paridos por la mente de alguien o aparatos que producen y propician esos objetos: Ambos son de mi interés. Conociendo, manipulando, reelaborando esos elementos conozco un poco más a sus creadores, que es tanto como decir que me conozco mejor a mí mismo.
Es posible que las obras redondas, perfectas, sean más atractivas, pero están terminadas; las otras, las fragmentadas, inacabadas, las que pasan desapercibidas, necesitan una actualización, alguien que interprete y le eche una mano a su autor, para ello hay que ponerse en su lugar y escarbar en su intención. En muchos casos, pues, voy a hacer de artesano minimalista, buscando en mi entorno para descubrir obras modestas, rasgos perdidos, retales en los que hilvanar una parva historia o un diminuto sueño.
