Oh, Clío, musa de los poetas épicos, inspiradora de los historiadores, asísteme. Mi propósito es modesto y simple: relatar una historia de unos personajes secundarios que me rozan con sus sombras y me atemorizan con sus blancos huesos esparcidos por los recuerdos de mi niñez. Oh, Clío, ya sabes que la intención del que escribe…