Creo que fue en el otoño de 1988 cuando un grupo de alumnos de la carrera de Historia de la UNED de Barbastro tuvimos el privilegio de contemplar las pinturas rupestres del río Vero acompañados por un guía de excepción, Vicente Baldellou. Durante veinte años se habían realizado prospecciones sistemáticas de los barrancos del río…