Estoy de vuelta con un tema recurrente: La iglesia primitiva de Liesa. Hoy quedan tan escasos restos que es prácticamente imposible hacerse una idea aproximada de cómo era en su origen. Sabemos por testimonios históricos que estuvo consagrada a san Pedro Apóstol, aunque esta advocación seguramente es tardía, del final de la Edad Media. Mi pretensión es dotarla de vida a través de los pequeños restos que todavía permanecen en pie y llenar los huecos mediante hipótesis plausibles, aunque, en ocasiones, difíciles de corroborar. Creo que ya me he manifestado al respecto en otras entradas anteriores: mi propósito no es hacer ciencia sino proponer posibles realidades, incluso conjeturas, a la luz de mi imaginación. Puede gustar, o no, pero es mi blog y sigo mis reglas.
La presente entrada está dividida en dos partes. Esta primera la voy a dedicar a los orígenes de la construcción y, para ello, voy a tomar como punto de partida pequeños detalles o pistas que me permitan avanzar, aunque sea con paso titubeante. El primer detalle (o argumento) es de carácter lingüístico: El topónimo Liesa deriva de la palabra latina eclesia, por tanto hay que postular la existencia al final del mundo romano de algo similar a una iglesia, algo que me permito identificar con una modesta construcción, una especie de basílica, que daría servicio administrativo a todo o parte del somontano fuertemente romanizado. Quizá, al filo del fin del imperio romano, esa construcción se convirtió en lugar de culto cristiano y pasó a ser centro de referencia para todos los lugares próximos cuyas gentes habían abrazado la nueva religión. En un tercer paso, tras la ocupación visigoda del territorio, la iglesia se reformó según el canon que estos invasores (abandonando el arrianismo y reconvertidos en cristianos), impusieron en todas sus construcciones a lo largo de la Península.
En esta fotografía de comienzo de los años sesenta del siglo XX podemos observar gran parte del muro norte de la iglesia medieval con parte del ábside, en el cual todavía queda evidente una estrecha ventana (o saetera) de filiación románica. Es significativo, en la parte superior izquierda de la imagen, un abigarrado conjunto de lo que parece ser piedras y mortero que se podría identificar con parte del cubrimiento de la antigua bóveda de la primera iglesia que, como presiento, pudo ser de cronología visigoda, en torno al siglo VIII. Estado actual del muro norte. Es evidente que ha desaparecido en parte y que el ábside se ha derrumbado. Queda todavía en pie parte del brazo norte del falso crucero con su arco de medio punto, que sirve de almacén y es propiedad privada. Y permanece todavía una elemento muy interesante e importante: una, única, marca de cantero y, ¡qué suerte!, ya que se trata de una ballesta que, tal como vimos en la última entrada de Foces, podría servir para identificar el tipo de construcción en la que aparece, en función de las proporciones que la marca establezca. Podríamos utilizarla para hacernos una idea más o menos precisa de la hipotética iglesia primitiva, pero se trataría de una posibilidad imposible para cualquier obra anterior al siglo X, ya que no hay marcas de cantero anteriores a ese siglo. Por otra parte esta ballesta aparece en una piedra arenisca que, a todas luces, parece fuera del contexto en relación al resto de piedras que la rodean. Así que, antes de intentar ponerla en relación con esa primera construcción hipotética de la iglesia primitiva, busqué plantas de edificios religiosos que encajaran con la figura de la ballesta y… ¡sorpresa! Las proporciones de la marca seguían el patrón de algunas iglesias del Serrablo, de estilo mozárabe, y muy en particular de la de San Juan de Busa.Superposición de la única marca de cantero de la iglesia en ruinas de Liesa con la planta de San Juan de Busa. Si la deducción era correcta, eso significaba que en algún momento durante el siglo X o el XI la iglesia de Liesa había pasado por una remodelación de estilo mozárabe que la había emparentado con la moda serrablesa.Pero ¿la iglesia mozárabe era la primera que se construyó en Liesa? Creo que no. Hay que postular un edificio anterior de estilo visigodo o, incluso, uno más antiguo. Apoyo esta hipótesis en la propia etimología del topónimo «Liesa» que, es evidente, tiene un punto de partida puramente latino. Pero hay otros detalles más concretos y puntuales (reconozco que también más imprecisos) que hacen pensar en ese edificio visigótico, por ejemplo, este ejemplar único de capitel que recuerda a otros de ese estilo, ¿visigodo? Por supuesto, también los grandes bloques de arenisca y la propias columnas pueden servir para esa identificación. En la imagen se muestra el capitel de la iglesia primitiva de Liesa que puede ayudar a apuntalar mi hipótesis.Capitel de San Salvador de Valdediós (Asturias), obra de finales del siglo IX. Su semejanza con el de Liesa es evidente: posee la misma inspiración y similar arcaísmo.Pero vamos al grano. Hay que tomar medidas de lo que queda y plantear una reconstrucción de aquel hipotético primer edificio. Y esta es la mía. Partí del hecho de que los dos tramos de la nave, separados por columnas, bien representados en el muro que todavía sigue en pie, tienen una separación de 4,4 m, Observando otras construcciones altomedievales y recurriendo a las imágenes de los años sesenta se pueden identificar cuatro tramos, así que la longitud de la nave principal (y única) sería de 15,5 m. El problema lo plantea el cabecero que parece acortar ese cuarto tramo: es muy posible que esa iglesia primitiva terminara con un pequeño cabecero plano en el que se situaba el altar, prolongando ese cuarto tramo, aunque no hay pruebas de ello. Por tanto, en una reconstrucción ajustada (por supuesto, ideal) prescindí de reflejar ningún ábside plano y construí una nave rectangular de 15,5 x 7 m. ¿Y por qué ese ancho de 7 m? Porque es el que tendrá la futura iglesia mozárabe cuando se reforme la antigua visigoda y los restos del ábside visibles en la fotografía de los años sesenta así lo atestiguan. Además… además está la ballesta.De acuerdo, me he extralimitado a la hora de imaginar. Y qué bonito sería que la dichosa ballesta nos encajara así en nuestro proyecto, pero no hay pruebas y, como ya he dicho anteriormente, no busquéis ballestas como marcas de cantero antes del siglo X, no las hay. Mi gozo en un pozo. De esta imagen solo podemos conservar como válidas las dimensiones de la nave principal, ni siquiera, para mi desgracia, las dos capillas laterales (que no transeptos) y que incluyo como una posibilidad que se hará realidad en la nueva construcción mozárabe.Planta de la iglesia primitiva proyectada sobre la fotografía de los años sesenta. La moldura o imposta que recorre todo el muro a nivel de los capiteles marcaría el arranque de los arcos fajones y de la bóveda.Es cierto que no puedo suponer un ábside plano prolongando la construcción hacia el este, pero si que puedo, a la luz de los restos conservados, imaginar una construcción bastante maciza con gruesos y potentes muros laterales y, sobre todo, con una hermosa bóveda sustentada por arcos fajones apoyados en columnas adosadas a los muros. Los restos todavía en pie lo piden a gritos. Hago notar que la bóveda es de cañón, pero de tipología visigoda al igual que los arcos fajones, fundamentados en el arco de herradura visigodo, algo distinto al musulmán hispánico. Se pueden observar las diferencias en la bibliografía del final de la entrada.Imagen ideal en la que se puede observar la iglesia al lado de la cual se ha instalado una incipiente comunidad, aunque en el cerro de la ermita todavía subsiste una pequeña población, quizá superior en número a la del llano. Animación en la que podemos contemplar la hipotética distribución de los espacios en esa primera iglesia de Liesa.
Tengo el presentimiento, y una teoría asociada al mismo, que me induce a pensar que, dada la calidad del suelo en el que se edificó la iglesia (salagón y arcilla), la bóveda no resistió más allá de dos siglos, siendo sustituida por una cubierta plana de vigas de madera. Simultáneamente, se edificó un ábside semicircular en el cabecero norte del edificio. Pero esa es otra historia para una nueva entrada.
Unas gotas de bibliografía básica:
Sobre desarrollo del arte visigodo: https://www.turismo-prerromanico.com/home-b__trashed-2__trashed-2__trashed-2-2-2/arte/visigodo/descripcion-general-2/
Sobre elementos de arquitectura: https://masdearte.com/especiales/dinteles-bovedas-y-arcos-una-guia-en-el-dia-mundial-de-la-arquitectura/
Sobre iglesias del Serrablo: https://www.jdiezarnal.com/serrablo.html
San Juan de Baños, un ejemplo de arquitectura visigoda en Palencia: https://www.viajesyrutas.es/2019/10/s-juan-de-banos-arte-visigodo-Palencia.html
Para una mejor comprensión de la relación de las marcas de cantero y la arquitectura en la que aparecen es imprescindible visitar la entrada inmediatamente anterior a ésta en este blog.